Taller 1

Apoyo a las iniciativas locales: ¿Lugar e influencia de la acción pública?

MARCO Y OBJETIVOS
Las políticas públicas contribuyen a crear un orden social y político, dirigir la sociedad, regular las tensiones, integrar a los grupos y resolver los conflictos (Lascoumes & Le Galès, 2018). A través de su evolución, expresan las transformaciones de los modelos políticos democráticos, pero también el bloqueo de la regulación política frente a la resistencia y la manipulación de los actores económicos y sociales. Se supone que establecen las condiciones para el surgimiento de acciones públicas dirigidas por actores locales.
Lo que hace interesante hablar hoy de acción pública es la movilización de un interesante prisma que va más allá de un modelo centralizado de gobierno que conduce a acciones sectoriales. La acción pública se desarrolla en un marco regido por una serie de políticas públicas y tiene necesariamente en cuenta un conjunto de interacciones que actúan a varios niveles. Estas interacciones son el resultado de un cambio de escala espacial, tanto global como local, pero también transversal entre estos dos niveles, y también de una mayor movilización de actores, fuentes de conocimientos y foros de debate. Vincular las redes de actores y las escalas espaciales favorece un enfoque sistémico de la acción pública, sin descuidar las circunstancias y dinámicas específicas de cada territorio. Por ejemplo, la capacidad de acción de los agentes de un territorio y el potencial de cambio hacia dinámicas de transición son muy diferentes en función de la situación geográfica, la sensibilidad ecológica, el tamaño, la especialización productiva y la densidad (urbana/rural/periurbana), etc.
Las políticas públicas están diseñadas para proporcionar un marco a sectores de actividad o cuestiones generales, mientras que las iniciativas tendrán que ocuparse de varias de ellas simultáneamente. Por ejemplo, una empresa de transformación agroalimentaria que se instale en una localidad tendrá que cumplir normas y reglamentos (dictados por la región, el estado o la confederación de estados) relativos a aspectos medioambientales, energía, formación y remuneración del personal, transporte, etiquetado de productos y reglamentos sanitarios. Si mantiene una actividad agrícola local, tendrá que ocuparse de las políticas agrícolas para garantizar su abastecimiento de materias primas, con las cuestiones de la tierra, la orientación agrícola y la fijación de precios. Además, una iniciativa de este tipo tendrá que posicionarse en relación con otros operadores de la zona (pequeños territorios que pueden incluir municipios, distritos o regiones) que ya se dedican a esta actividad, para ir más allá de las relaciones competitivas (tanto con los proveedores como con los productos finales y los mercados) y avanzar hacia una cooperación crucial para su éxito, por ejemplo para construir certificaciones colectivas.
La acción pública reunirá a agentes privados y financiación pública destinados a resolver los problemas específicos de los operadores locales. Se enfrentan rápidamente a la cuestión de cómo superar la multiplicidad de normas y escalas de actuación provocada por la fragmentación de las políticas públicas y la geografía de los espacios locales.
El objetivo de este taller es debatir las experiencias y trabajos que demuestran la manera en que los territorios entienden y formalizan la acción pública, así como comprender mejor las cuestiones de gobernanza en esta multiplicidad de experiencias y enfoques. Para ello, proponemos abordar este conjunto de cuestiones desde cuatro ángulos: (i) Gobernanza multinivel (ii) Cooperación e intercambio intersectorial (iii) Redes interactores e interterritoriales, ¿qué herramientas utilizar? (iv) Competencias y herramientas de apoyo.

Coorganizadores: François Casabianca (INRAE, Francia), Thomas Dax (BAB, Austria), Cassiano Luminati (Polo Poschiavo, Suiza), Laurent Rieutort (Université Clermont-Auvergne, Francia), Emilia Schmitt (Universidad de Córdoba, España), Florence Tartanac (FAO), Marco Trentin (Origin for Sustainability, Suiza).


Horario : 8 30 a 17 heures CET (a confirmar)

Sesiones

Taller 1

Funciones, impactos y respuestas de los enfoques de diferenciación en un contexto de cambio climático

Moderadores : Claire Bernard (CIRAD), Jacques Gautier (INAO), Philippe Jeanneaux (VetAgroSup), Jean-Louis Le Guerroué (UNB), Anne Mottet (FAO)

Sesiones

Visitas

Marco y objetivos

Aunque el impacto del cambio climático en nuestras vidas ya es visible, ya no hay duda de que la frecuencia e intensidad de los fenómenos climáticos excepcionales aumentará en el futuro. Los sistemas alimentarios territorializados -apoyados por sus actores- tendrán que encontrar, como todos los componentes de nuestras sociedades, estrategias y respuestas a los retos que el cambio climático ya plantea a la producción, a las características y a la calidad de los productos y a los rendimientos, con posibles consecuencias sobre las rentas de los agricultores y de los actores asociados, pero también sobre los ecosistemas, las expectativas y las necesidades de los consumidores y de la sociedad en su conjunto.

Ante la necesidad de adaptarse a las crisis medioambientales, climáticas, económicas y sociales, los agricultores buscan progresivamente distinguirse adaptando sus prácticas y la calidad de sus productos a las expectativas de la sociedad y de los consumidores, así como potenciar sus notables conocimientos técnicos, que a menudo tienen un papel beneficioso en la conservación de los recursos naturales y culturales. Estas estrategias se llevan a cabo a nivel individual (explotaciones) como colectivo por organizaciones o productores.

Desde este punto de vista, los enfoques de diferenciación suscitan un interés creciente. Ellos permiten ganar visibilidad y activar, a través de los productos agrícolas y alimentarios, la propensión de los consumidores a remunerar mejor los servicios prestados por la agricultura, para revitalizar el patrimonio biológico y cultural en los territorios. Indicaciones geográficas (IG), Baluartes Slow Food: son muchas las formas de valorización de los productos agrícolas y alimentarios de que disponen hoy las comunidades. Por ejemplo, se están desarrollando en todo el mundo instrumentos de protección de la propiedad intelectual como las IG, para revalorizar los productos mediante un enfoque de calidad basado en el vínculo con su origen, respaldado por un sistema oficial de garantía y protección para consumidores y productores. Otros enfoques, como el Patrimonio Mundial de la Humanidad, las Reservas de la Biosfera, los Sistemas de Patrimonio Agrícola de Importancia Mundial o la Alianza para las Montañas, pretenden reconocer las características biológicas y culturales de un sistema agrícola orientado a la conservación, promoción, adaptación y transmisión del patrimonio asociado a los socio-ecosistemas.

Este aumento de los sistemas de diferenciación observado en todo el mundo se cuestiona por problemas globales como la construcción sostenible de los sistemas y las consecuencias del cambio climático. En este contexto, ¿cómo los sistemas de valorización de los sistemas agrícolas tradicionales y de sus productos alimentarios basados en la tipicidad, el vínculo con el terruño, los conocimientos y las prácticas ancestrales y los socio-ecosistemas notables son capaces de responder a los desafíos del desarrollo sostenible o de resistir mejor a las perturbaciones climáticas y/o de contribuir a la mitigación de estos cambios (preservando o aumentando la biodiversidad y la resiliencia asociada, almacenando carbono, etc.)?

Para orientar los debates de nuestro taller, utilizaremos la definición de desarrollo sostenible del Informe Brundtland: “El desarrollo sostenible es un desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. Dos conceptos son inherentes a esta noción: el concepto de “necesidades”, y más concretamente las necesidades esenciales de los más pobres, a los que hay que dar la máxima prioridad, y la idea de las limitaciones que el estado de nuestra tecnología y organización social impone a la capacidad del medio ambiente para satisfacer las necesidades presentes y futuras. Como esta definición se basa en el impacto de nuestra generación sobre las generaciones futuras, implica directamente nuestra capacidad para responder a los retos que plantea el cambio climático.

El taller 1 de la edición 2022 del foro será, por tanto, el lugar para compartir y reflexionar sobre las herramientas para evaluar la sostenibilidad de los enfoques de diferenciación en un contexto de cambio climático.