Foro Origen, Diversidad y Territorios 2022

¿Qué estrategias para la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios localizados ante la crisis climática?

El último informe de evaluación del IPCC (agosto de 2021) se basa en los últimos conocimientos científicos para demostrar que la contribución antropogénica a la dinámica del cambio climático ya no está en duda, y que es urgente actuar en todas las escalas espaciales. Sin embargo, está claro que el cumplimiento de los Acuerdos de París será difícil de alcanzar, ya que esta temática no suele estar en el centro de las agendas políticas. 

El sector agrícola es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero (GEI). Estas emisiones no han dejado de aumentar desde los años 60, coincidiendo con la globalización y la progresión del paradigma productivista basado en un movimiento de especialización de los territorios y las explotaciones. Los efectos, a veces devastadores, de este paradigma son visibles. Contribuyen, entre otras cosas, al dramático colapso de la biodiversidad y a la degradación, a menudo irreversible, de los recursos naturales a escala mundial.

Además, los sistemas agroalimentarios están estrechamente vinculados a la salud de los ecosistemas. La degradación de los agroecosistemas influye en el aumento de la prevalencia de las pandemias y la resistencia a los antibióticos, como recordaron en 2021 16 responsables de organismos de investigación franceses, reunidos en la Alianza Nacional de Investigación para el Medio Ambiente (AllEnvi). La pandemia de Covid-19 tiene como telón de fondo una crisis ecológica global, lo que hace imposible evitar la cuestión, bien conocida, de la responsabilidad de los humanos en la salud de los ecosistemas y en el mecanismo de retroalimentación entre la salud de los ecosistemas y la salud humana. El enfoque «OneHealth» se introdujo hace unos 20 años y abre la perspectiva de una comprensión sistémica de los retos de la viabilidad de los ecosistemas, en la intersección de la salud humana, animal y de los recursos naturales.

La gravedad de las crisis actuales exige que superemos las divisiones y barreras disciplinarias. En los territorios, las comunidades rurales y los científicos se plantean algunas preguntas clave, como por ejemplo: ¿cómo reforzar la resiliencia de los sistemas agroalimentarios ante la aceleración del cambio climático? ¿Qué medios y prácticas pueden utilizarse para corregir o reducir los impactos del cambio climático en los sistemas alimentarios localizados? ¿Cómo pueden los territorios anticipar o corregir mejor los impactos de la producción y el consumo de alimentos en el clima?  ¿Cuál es el papel de las cadenas de calidad vinculadas al origen en estas estrategias territoriales? ¿Cómo integran en las cadenas de valor territorializadas el cambio climático en sus estrategias productivas y comerciales a largo plazo?

Las ideas abundan para reinventar una agricultura que se ajuste a los límites del planeta. Están surgiendo y afirmándose vías prometedoras, como la agroecología, los enfoques territoriales de la agricultura y la alimentación, y la revalorización de la diversidad biológica y cultural.

Entre ellas, se reconoce que las estrategias de diferenciación a través de la calidad vinculada al origen, impulsadas por los actores de las cadenas de productos básicos y reforzadas por las políticas públicas, desempeñan, en determinadas condiciones, un papel crucial en la transición ecológica de los productores agrícolas y sus socios de la cadena de productos básicos en las comunidades rurales. A nivel local, están surgiendo nuevas formas de gobernanza en respuesta a las necesidades de las comunidades que están asumiendo responsabilidades y definiendo estrategias para reducir los daños a los recursos naturales y las emisiones de GEI.

La cuestión del cambio climático es importante para la viabilidad de todos los territorios, ya sean urbanos, rurales y de montaña. La apropiación de la gobernanza por parte de las comunidades rurales conduce a la búsqueda de la soberanía alimentaria local. Al igual que el Estado o el mercado, en la interfaz entre las dinámicas locales y las globales, el territorio se afirma como marco de referencia de trayectorias de desarrollo renovadas y sostenibles, incluso a escalas que pueden implicar a los actores territoriales en iniciativas más amplias, a veces globales.

Algunos territorios, sobre todo en la montaña, son ejemplos convincentes de gestión sostenible de los recursos y conocimientos locales. Los agroecosistemas de montaña son verdaderos laboratorios de resiliencia al aire libre y resultan interesantes para el mundo científico por su evidente papel en la conservación del patrimonio natural, cultural y técnico de entornos especialmente vulnerables. Al margen de las lógicas productivistas globales, las montañas se están reinventando para existir y adaptarse a las presiones globales aprovechando al máximo sus activos y singularidades locales. Las Naciones Unidas reconocen estas singularidades y han proclamado 2022 «Año Internacional del Desarrollo Sostenible en las Montañas». En este contexto, la comunidad del Foro ODT subrayará en 2022 la importancia de los territorios de montaña centrando su atención especialmente, aunque no exclusivamente, en los territorios de montaña y sus cadenas agroalimentarias, debido también a la participación de sus socios (actores territoriales, académicos, políticos, investigadores, etc.) en el proyecto europeo MOVING[1] (H2020).

 

El Foro ODT 2022 propone abrir espacios de debate sobre la cuestión de la salud global de los ecosistemas, las soluciones políticas para una transición sostenible a diferentes escalas territoriales y las futuras funciones de los sistemas alimentarios. La comunidad del Foro ODT se reunirá en torno a estos temas en la ciudad de Saignelégier, en el corazón del cantón del Jura (Suiza). Saignelégier es la capital de la meseta de Franches-Montagnes, una zona montañosa situada a 1000 m de altitud en una meseta kárstica, caracterizada por actividades agrícolas que modelan el paisaje e interfieren en el entorno natural de pastos permanentes y bosques. Las Franches-Montagnes son una tierra de profundas tradiciones agrícolas, alimentarias y gastronómicas, reconocidas internacionalmente, y un saber hacer relojero clasificado como Patrimonio Mundial por la UNESCO.

La «Conferencia Internacional de Montaña» abrirá el Foro ODT de este año, con 10 visitas de campo por la mañana y una sesión plenaria por la tarde. Esta conferencia internacional sobre la montaña dará la palabra a personalidades de todos los continentes, para aportar una perspectiva global al funcionamiento de los sistemas agroalimentarios localizados y a los enfoques innovadores desarrollados por las comunidades de montaña frente a la crisis climática.

Los dos próximos días del Foro ODT abordarán la temática en 5 talleres con ángulos complementarios.

  1. Un primer taller se centrará en las repercusiones de los enfoques de diferenciación en la sostenibilidad y la resiliencia de los territorios al cambio climático. Será un lugar para compartir y debatir los trabajos de evaluación de la sostenibilidad y la agroecología aplicados a las cadenas de IG y otros signos de calidad o enfoques de diferenciación.
  2. Un segundo taller se centrará en la investigación sobre los territorios de montaña, especialmente afectados por los efectos del cambio climático
  3. Un tercer taller reunirá a investigadores, expertos y profesionales sobre el tema «OneHealth», la salud global de los ecosistemas, los animales y las poblaciones humanas, y las estrategias para restaurarla o mejorarla.
  4. Un cuarto taller hará un balance de las estrategias de resiliencia de los territorios centradas en la búsqueda de una mayor autonomía y  soberanía alimentaria, a . El taller abordará los retos, frenos y obstáculos a la deslocalización de la producción, las tendencias de consumo y la transición hacia una dieta responsable.
  5. Un último taller se centrará en el papel de las políticas públicas en la transición agroecológica de los territorios en el contexto mundial, con un enfoque sobre el suelo en la política climática, y otro sobre la necesidad de conectar mejor la política agrícola, incluidos los sellos de calidad, con la política de desarrollo rural.

En diciembre de 2022 se organizará un evento más breve (media jornada de conferencia y un día de visitas) sobre el mismo tema en la Escuela Superior de Agricultura de Angers (ESA), en colaboración con ésta y la Región. Se trata de un evento previo al Foro ODT 2023 que se preparará para celebrarse en Angers por iniciativa de los gestores del Master Food Identity que coordina la ESA.

[1] MUDANZA (H2020) – https://www.moving-h2020.eu/